La muerte súbita en bebés es uno de los temores más grandes que enfrentan los padres, especialmente cuando son primerizos. La sola idea de que a su pequeño, tan indefenso y frágil, pueda sucederle algo mientras duerme, sin aviso y sin que nadie pueda hacer nada, genera una profunda sensación de ansiedad y preocupación.
A esto se suman los numerosos mitos y leyendas que han circulado durante años sobre este tema, muchos de ellos sin base científica, lo que hace que los temores aumenten y que los padres sientan que están luchando contra algo invisible e incontrolable. Sin embargo, aunque la muerte súbita del lactante no puede prevenirse al 100%, sí se pueden tomar muchas medidas para reducir considerablemente el riesgo.

Evitar la muerte súbita en bebes
¿Qué es la muerte súbita del lactante?
La muerte súbita del lactante, también conocida como síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) o “muerte en la cuna”, es el término que se utiliza para describir aquellos casos en los que un bebé menor de un año muere de forma inesperada y sin una causa aparente, generalmente durante el sueño.
Aunque se han realizado múltiples estudios, la causa exacta sigue siendo desconocida. Sin embargo, se cree que puede estar relacionada con una combinación de factores, entre ellos, un funcionamiento inmaduro del sistema nervioso o del corazón, que impide al bebé reaccionar adecuadamente si se produce una situación de riesgo mientras duerme (por ejemplo, dificultad para respirar).
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Si bien no existe una causa específica, los expertos han identificado ciertos factores que podrían aumentar las probabilidades de que se produzca el SMSL:
- Dormir boca abajo o de lado
- Sobrecalentamiento durante el sueño
- Colchones blandos o superficies no firmes
- Uso de ropa de cama inadecuada o exceso de mantas
- Presencia de cojines, peluches o juguetes en la cuna
- Dormir en sillitas de coche o portabebés durante largos periodos
- Exposición al humo del tabaco antes o después del nacimiento
- Prematuridad o bajo peso al nacer
- Historial familiar de muerte súbita del lactante
Sabiendo esto, los padres pueden tomar ciertas precauciones que han demostrado reducir significativamente el riesgo.
Consejos para prevenir la muerte súbita en bebés
Aunque no se puede eliminar completamente el riesgo de muerte súbita, hay muchas acciones concretas que puedes poner en práctica desde el primer día para proteger a tu bebé mientras duerme. Aquí te dejamos una guía clara con recomendaciones actualizadas y avaladas por pediatras y especialistas en salud infantil.
1. Dormir boca arriba, siempre
El consejo más importante y respaldado por la evidencia científica es colocar siempre al bebé boca arriba para dormir, tanto por la noche como durante las siestas. Esta postura reduce el riesgo de obstrucción de las vías respiratorias y es la más segura.
Evita ponerlo de lado o boca abajo, incluso aunque parezca que duerme mejor así. En los primeros meses, el bebé no tiene fuerza suficiente para girarse con facilidad si se encuentra en una posición peligrosa.
2. Utiliza un colchón firme y plano
El lugar donde duerme el bebé es clave. Asegúrate de que la cuna tenga un colchón firme, plano y ajustado al tamaño de la cuna, sin huecos por los que pueda deslizarse.
Evita los colchones blandos, almohadas, edredones mullidos, protectores acolchados o superficies inclinadas. Todos estos elementos pueden aumentar el riesgo de asfixia accidental.
3. No uses mantas gruesas ni lo abrigues en exceso
El sobrecalentamiento es otro de los factores que se han asociado al síndrome de muerte súbita. Lo ideal es vestir al bebé con ropa adecuada para dormir, como un body y un pijama o saco de dormir, en función de la temperatura del ambiente.
Es preferible ponerle más ropa en lugar de cubrirle con mantas. Si usas mantas, asegúrate de que estén bien ajustadas y que no puedan cubrirle la cara accidentalmente.
4. Evita objetos en la cuna
Mantén la cuna lo más despejada posible. Aunque pueda parecer bonito llenar la cuna de peluches, cojines decorativos o móviles colgantes, estos objetos pueden representar un peligro real.
La cuna debe tener únicamente el colchón, la sábana bajera y el bebé. Cuanto más simple, mejor.
5. Evita que el bebé duerma en sillitas o portabebés por periodos prolongados
Es muy común que los bebés se queden dormidos en la sillita del coche, en el portabebés o en el cochecito. Si bien esto es inevitable en algunos momentos, no es recomendable que pasen demasiado tiempo dormidos en estas posiciones.
Estas posturas no permiten una correcta alineación del cuello y pueden dificultar la respiración. Si el bebé se queda dormido en uno de estos dispositivos, lo mejor es trasladarlo a su cuna lo antes posible.
6. Ambiente libre de humo
El humo del tabaco, tanto durante el embarazo como después del nacimiento, aumenta notablemente el riesgo de muerte súbita. Es fundamental evitar que el bebé esté expuesto al humo en casa o en cualquier otro lugar.
Si alguno de los padres fuma, debe hacerlo fuera de casa, cambiarse de ropa antes de coger al bebé y lavarse las manos.
7. Dormir en la misma habitación, pero no en la misma cama
Los expertos recomiendan que el bebé duerma en la misma habitación que los padres durante al menos los seis primeros meses, pero en su propia cuna o moisés.
Dormir en la misma cama (colecho sin medidas de seguridad) puede aumentar el riesgo de asfixia, especialmente si los padres son fumadores, han bebido alcohol o están muy cansados. Si optas por el colecho, existen cunas tipo «sidecar» que se acoplan a la cama de los padres con total seguridad.
8. Lactancia materna y chupete
Diversos estudios han demostrado que la lactancia materna reduce el riesgo de SMSL, además de aportar otros muchos beneficios para la salud del bebé.
También se ha observado que el uso del chupete durante el sueño puede tener un efecto protector, aunque no se debe forzar si el bebé no lo quiere. Es importante ofrecer el chupete una vez que la lactancia esté bien establecida, generalmente a partir de las 3 o 4 semanas.
¿Cuándo desaparece el riesgo de muerte súbita?
El riesgo de muerte súbita del lactante es más alto entre los 2 y 4 meses de edad y disminuye notablemente después de los 6 meses. A partir del año, el riesgo prácticamente desaparece, ya que el sistema nervioso del bebé está más desarrollado y puede reaccionar mejor ante situaciones que comprometan su respiración.
Tranquilidad con información y prevención
Ser padres, especialmente por primera vez, puede ser abrumador. Es normal sentirse inseguro, tener dudas o incluso miedo. Sin embargo, informarse adecuadamente y seguir unas pautas básicas puede marcar la diferencia. La mayoría de casos de muerte súbita ocurren por la combinación de factores que pueden evitarse con medidas sencillas y sentido común.
Sigue todos estos consejos y reduce al máximo el riesgo de muerte súbita del lactante. Recuerda que la prevención no solo es posible, sino que también te permitirá sentirte más tranquila, sabiendo que estás haciendo todo lo que está en tu mano para cuidar a tu bebé.