En este articulo vamos a volver a ver la importancia de la exfoliación para una piel del cuerpo joven y suave, ya que el invierno es la época ideal para hacer una puesta a punto. Consigue una exfoliación perfecta con los productos más adecuados en cada caso.
Cómo mantener la piel seca suave, tersa y joven con la exfolación
¿Te gustaría tener la piel tan suave como la de un bebé? ¿Y un cuerpo firme y uniforme, sin sombra de celulitis o flacidez? Te revelamos el secreto infalible para conseguirlo.
El proceso: Como cualquier organismo vivo, la piel se renueva de forma constante, produciendo células nuevas y desechando las viejas. Si estas células muertas no se eliminan, se acumulan sobre la epidermis y, como consecuencia, la piel se muestra seca y apagada, con una mayor tendencia a sufrir descamación y pérdida de firmeza. Además, en estas condiciones, los productos que utilicemos (hidratante, anticelulítica, etc. ) resultarán menos efectivos, ya que no podrán penetrar en la dermis.
La solución: La exfoliación consiste simplemente en aplicar un producto que nos ayude a eliminar esa capa de células muertas que asfixia la piel. Las ventajas son múltiples: proporciona una limpieza profunda, activa la circulación, oxigena las células y previene el envejecimiento cutáneo. Tras su aplicación, tendrás una agradable sensación de piel nueva, fresca y radiante.
Los mejores productos exfoliantes
A la hora de conseguir unos resultados óptimos, es necesario elegir el tipo de exfoliante en función de nuestras necesidades.
Con gránulos: Se trata de cremas o geles que contienen unas micropartículas que, al aplicarlas sobre la piel húmeda mediante un suave masaje, desincrustan las impurezas, realizando un limpieza a fondo. En pieles sensible, pueden resultar irritantes, sobre todo si el gránulo es grueso.
Con ácidos: En este caso, las cremas exfoliantes contienen productos químicos, como la urea o los AHA (alfa hidroxiácidos) que disuelven las células muertas sin necesidad de arrastrarlas de forma mecánica. Proporcionan una limpieza más profunda que los anteriores y están indicados para todo tipo de pieles, incluso las delicadas.
Como utilizar los productos exfoliantes
Para que resulten efectivos, es importante utilizar los productos exfoliantes de forma correcta.
Frecuencia: Dependerá del tipo de piel. Las secas o sensibles necesitarán una exfoliación quincenal, las normales, semanal y las grasas pueden que requieran una frecuencia superior (entre una y dos veces por semana).
Cómo hacerlo: Las cremas exfoliantes se aplican sobre la piel húmeda, preferentemente en la ducha, ya el que vapor abre los poros y facilita la tarea. Se aplican realizando un suave masaje, insistiendo en las zonas más secas y ásperas, como los codos, las rodillas y los talones. A continuación, se retira con abundante agua y, después de secarse bien, se aplica una hidratante corporal.
Te recomendamos algunos de los productos de exfoliantes perfectos para cada tipo de piel:
Natural: Exfoliante Corporal Fundente: Exfolia sin agredir gracias a sus partículas vegetales. Deja la piel suave y satinada.
Nutritivo: Manteca de cacao Gel Exfoliante: Elimina delicadamente las células muertas de la piel. Mejora la circulación sanguínea y oxigena las células.
Suave: Leche Exfoliante Suave: Con esencias cítricas, se transforma en leche al entrar en contacto con el agua.
Exfoliantes naturales
Azúcar y aceite de oliva: Es la combinación ideal para las pieles secas. Se obtiene mezclando dos cucharadas soperas de aceite con cuatro cucharaditas de azúcar.
Avena: Con efecto calmante y suavizante, resulta perfecto para pieles sensible. Consiste en mezclar una taza de avena molida con leche entera hasta conseguir una pasta cremosa. Si necesitas un efecto más intenso, puedes añadir a la mezcla una cucharada de azúcar.
Café: Es muy útil para combatir la celulitis. Se prepara mezclando media taza de posos de café (o café molido) con una taza de aceite de almendras.
Plátano: La exfoliante ideal para piel grasa. Machaca un plátano en el mortero y añade tres cucharaditas de azúcar.