Que significa amamantar a un bebe, una pregunta que muchas madres primerizas se hacen y que va mas allá del acto de alimentar al recién nacido, pero que a veces puede provocar dudas.
Que significa amamantar a un bebe
La mayoría de las madres tienen ideas muy firmes acerca de cómo van a alimentar a sus bebés y de cómo va a ser el proceso. Pero del mismo modo que el plan mejor elaborado para el alumbramiento puede resultar superfluo cuando
llega la realidad del parto, también los temas que pueden surgir en torno a la alimentación del bebé generan muchas más emociones y escapan a nuestro control más de lo que habíamos previsto.
A veces las madres se quedan asombradas de que sus bebés recién nacidos sepan exactamente qué hacer, de que desde el primer día tomen el control de la situación y se agarren para mamar enérgicamente. Esto puede incrementar de forma maravillosa la autoestima y la confianza de la madre a la hora de dar el pecho.
Pero algunas mujeres que esperaban dar el pecho a sus bebés felizmente se quedan conmocionadas cuando descubren que las cosas resultan ser mucho más complicadas de lo que creían, a menudo por razones que nadie puede explicar por completo.
En algunas situaciones —cuando los pezones están invertidos o hay alguna lesión que produce mucho dolor, o cuando el bebé no se agarra al pecho o no consigue ganar peso— se necesita una gran dosis de perseverancia y de resistencia para seguir intentándolo hasta que el acto de dar el pecho se convierta en una fuente de placer y no de estrés. Para algunas mujeres, esta situación es terriblemente decepcionante y desmoralizadora y las empuja a dudar de que son unas «buenas» madres.
Otras mujeres empiezan a dar el pecho y de inmediato se ven atormentadas por preocupaciones acerca de la leche que producen sus pechos: «¿Será la leche lo suficientemente buena?», «¿Tendré en todo momento leche suficiente para satisfacer a un bebé al parecer insaciable?». Incluso cuando el bebé está ganando peso y todo parece ir bien, estas angustias pueden socavar la relación que tiene lugar al dar el pecho.
Dar el pecho es un acto que tiene mucha carga emocional y al igual que el parto, provoca sentimientos intensos o fuertes acerca de lo que es y no es «natural». Esto puede añadir más tensión a aquellos momentos en los que una madre y su bebé están luchando por descubrir qué es lo mejor para ellos.
Hay madres que preferirían dar el biberón a su bebé y sin embargo, le dan el pecho por temor a fallarle, aunque esto vaya en contra de su instinto: de igual modo, otras madres acaban dándole el biberón a sus bebés porque no han conseguido darle el pecho correctamente las primeras veces y no se han dado la oportunidad de ir practicando hasta que se convirtiera en algo más cómodo.
Lo cierto es que nos resultaría más fácil no sucumbir a los juicios de valor y escucharnos a nosotras mismas y a nuestros bebés, para ir descubriendo qué es lo que funciona mejor para ambos. No deberíamos olvidar nunca que los bebés también forman parte de la relación que se establece al dar el pecho y que también desempeñan un papel importante a la hora de tomar la decisión.
Aquellos que maman de forma entusiasta pueden llegar a convencer a una madre indecisa de que vale la pena perseverar, mientras que los bebés que parecen inseguros al respecto, o que muestran poco interés por el pecho, pueden persuadir a una madre vacilante de que abandone. La relación entre madre y bebé es tan estrecha que nunca está del todo claro a quién pertenecen determimados sentimientos, ni dónde empiezan y dónde terminan ciertas ansiedades o preferencias.
Dando el pecho una madre puede vivir algunos de los momentos más íntimos y preciosos con su bebé, puesto que amamantar facilita una forma particular de proximidad y de placer compartidos. No obstante, si dar el pecho no funciona, esto no significa que la madre y el bebé se vean privados de proximidad y de intimidad. Dar el biberón a un bebé puede ser una experiencia maravillosa por sí misma y por supuesto, toda madre encuentra incontables formas distintas de comunicar amor y cariño.
Si los intentos por dar el pecho han generado ansiedad o han sido insatisfactorios para ambas partes, es un auténtico alivio cuando las tomas se convierten en algo placentero por primera vez. Desde la perspectiva del bebé, lo más importante es que las tomas sean agradables, proporcionadas y esperadas con ilusión por la madre. Cuanto más relajada esté la madre, más capaz será de tranquilizar a su bebé, independientemente de cómo lo alimente.