Uno de los cuidados de la piel básicos es utilizar protección, pero para saber como cuidar tu piel debería conocer estos fáciles consejos para protegerse del sol y evitar posibles problemas futuros.
El cáncer de piel es cada vez más común, porque durante muchos años no se han tomados medidas para proteger la piel del sol.
Cuidados de la piel – Consejos para protegerse del sol
Exponerse sin protección solar, sobre todo durante las primeras etapas de la vida, en la infancia y adolescencia, aumenta de manear significativa el riesgo de sufrir cáncer de piel en la edad adulta. Para evitarlo, es conveniente extremar las precauciones.
Tomar el sol, practicar deporte en la playa, pasear por el campo, etc. son algunas muchas las actividades típicamente veraniegas que exponen la piel a la radiación solar. Si bien no hay necesidad de renunciar a ellas, es importante saber qué hacer para proteger la piel del sol en todo momento para no tener problemas en el futuro. Hay que tener en cuenta que la piel tiene memoria, es decir, almacena los daños sufridos año tras año. Si no nos protegemos adecuadamente, el riesgo aumenta progresivamente.
Proteger la piel del sol para evitar cancer de piel
El cáncer de piel se produce por la división y crecimiento descontrolado de las células cutáneas. Ha que tener en cuenta, sin embargo, que los hay de distintos tipos, cada uno de ellos con una evolución y un pronóstico muy diferentes. El cancer de piel denominado «No Melanoma» es el más común y recibe este nombre porque comprende a todos los tumores cancerosos excepto uno: el melanoma maligno.
Cómo reconocerlo el cancer de piel denominado «No Melanoma».
Por regla general, este tipo de cáncer cutáneo se muestra a través de manchas, casi siempre rojizas, aunque también pueden ser de otro color. Algunas de ellas pueden descamarse y sangran formando costras que caen una y otra vez, nódulos (elevaciones o prominencias redondeadas en la piel) y úlceras que no cicatrizan. Los lugares más frecuentes son los más expuestos al sol, como la cara, el cuello y las manos.
El cancer de piel denominado «No Melanoma» tiene un índice de curación muy alto, ya que su crecimiento es muy lento y no suelen invadir ganglios ni producir metástasis.
Cómo reconocerlo el cancer de piel denominado «Melanoma».
El cancer de piel denominado «Melanoma« es el tipo menos frecuente, corresponde al 5% de los tumores cutáneos, pero también el más agresivo. La manera de reconocerlo es que las manchas ya existentes sufren un cambio en forma de llaga, protuberancia, costra, etc. La piel puede volverse más áspera o bien sangrar o exudar un líquido seroso. En este caso, las células alteradas crecen de forma descontrolada, por lo que pueden invadir los tejidos colindantes y otros órganos, metástasis, por lo que es imprescindible acudir a nuestro médico de cabecera para que podamos visitar al dermatologo lo antes posible, ante cualquier duda.
Cuidados de la piel – Factores de Riesgo
Hay una serie de circunstancias, tanto internas como, sobre todo, externas, que aumentan las posibilidades de padecer esta dolencia. Éstas son las más importantes.
Exponerse muchas horas al sol
Todas aquellas personas que, por su profesión, pasan mucho tiempo al aire libre deportistas, agricultores, marineros, etc. o que, simplemente disfrutan del sol con frecuencia sin la protección adecuada, tiene un riesgo considerablemente mayor. Hay que tener en cuenta que las radiaciones solares, muy especialmente las UVB y la UVA, pueden producir mutaciones en el ADN de las células y causar cáncer, de ahí la importancia de proteger la piel del sol
Tipo de piel
Las personas muy blancas y con tendencia a quemarse tienen un riesgo mayor, ya que poseen una cantidad sensiblemente inferior de melamina (el pigmento natural que protege la piel del sol).
También pueden afectar, aunque en menor medida, la exposición a ciertos productos químicos (arsénico, hulla…), determinadas lesiones cutáneas (quemaduras graves, inflamaciones…), algunas enfermedades autoinmunes, etc.
Como cuidar tu piel – Prevención
Para reducir el riesgo al máximo es necesario, sobre todo, protegerse de sol de forma adecuada. Cualquier persona que se exponga al sol, debe usar protección solar. Según los especialistas, el uso de cremas protectoras solares con FPS de 15 o más durante los primeros 18 años de vida reducen la incidencia de cáncer de piel no melanoma en un 78%.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que, aunque disminuyen el riesgo de contraer la enfermedad, no protegen al 100%. Si pasamos demasiado tiempo al sol o se utilizan de forma incorrecta, la piel queda indefensa. Para que funcionen, deben aplicarse cada dos horas, ya que, una vez pasado este tiempo pierden eficacia. Es necesario, además, extender una capa gruesa y no olvidarse de zonas como las manos, las orejas, los labios, las piernas, la parte posterior de las rodillas, la parte superior de los pies, etc.
Limitar las exposiciones para proteger la piel del sol
Para disfrutar del sol sin correr riesgos es importante tomar las siguientes medidas:
- Evitar las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas, ya que es cuando las radiaciones son más intensas.
- Usar gorras y sombreros con visera, ropa suelta de tejido transpirable y en tonos claros y gafas de sol que filtren los rayos UVA Y UVB.
- Protegerse también los dias nublados, el sol atraviesa las nubes, o cuando se esté bajo la sombrilla.
Además de acudir al dermatólogo siempre que se observe un lunar sospechoso, se recomienda someterse de forma periódica a una revisión de la piel, cada tres años si se tienen entre 20 y 40 años de edad y anualmente a partir de los 40.
Cuidar la piel en verano, exposición solar a bun ritmo
No se trata de renunciar al sol, sino de tomarlo de forma gradual, calculando la exposición solar para cuidar la piel en verano. Las primeras sesiones y durante los primeros cuatro días, trata de no tomar el sol directamente durante más de 15 minutos. A continuación, aumenta progresivamente el tiempo de exposición sin superar bajo ningún concepto, las 2 horas seguidas. A los 10 días la piel empezará a estar habituada a la exposición solar.
Consejos para el sol
Los dermatólogos recomiendan examinar la piel con frecuencia para detectar a tiempo cualquier tipo de señal sospechosa. Para diferenciar los lunares benignos de los potencialmente peligrosos, sigue este criterio.
Los lunares benignos tiene forma redondeada u ovalada y su tamaño suele ser de medio centímetro como máximo. Evolución: pueden estar presentes desde el nacimiento o surgir después. Una vez han aparecido, acostumbran a conservar el mismo tamaño, forma y color durante años. Algunos pueden llegar a desaparecer.
Tips para cuidar tu piel – Manchas sospechosas
La regla del ABCDE resulta muy útil para detectar posibles lunares malignos por lo que este es uno de los tips para cuidar tu piel que debes tener en cuenta:
A de Asimetría. La mitad del lunar no corresponde con la otra.
B de Borde. Los bordes son irregulares.
C de Color. El color no es uniforme y puede incluir manchas marrones, negras, rosadas, roja, et.
D de Diámetro. Mide más de medio centímetro de ancho.
E de Evolución. Se trata de un lunar que ya existía y que ha experimentado algún cambio en su tamaño, forma o color.
Otras señales. También resulta sospechosa la presencia de una llaga que no cicatriza, enrojecimiento o inflamación alrededor de un lunar, picor, dolor, exudación, sangrado, et.
Siguiendo estos consejos para protegerse del sol y cuidarla evitaremos los nocivos efectos del sol en la piel humana y sus posibles efectos secundarios, que como hemos visto pueden llegar a ser realmente graves.
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