Desarrollo de un bebe de 6 meses. Durante la segunda mitad de su primer año de vida el bebé experimenta una completa transformación. La criatura cuya exploración del mundo se veía limitada a lo que estaba directamente a su alcance o dentro de su campo de visión se convierte en una «personita» capaz de desplazarse, aventurera, que tiene ideas y planes propios. No obstante, a muchos padres les parece que este período es uno de los más placenteros.
Desarrollo de un bebe de 6 meses
El bebé está empezando a dar muestras de que valora la vida: responde con entusiasmo a todas las nuevas habilidades que está adquiriendo y su capacidad para expresar alegría, humor y afecto es cada vez mayor. También puede protestar de una forma muy contundente cuando algo le disgusta.
Como hemos visto anteriormente, durante la primera etapa del desarrollo del bebe de 0 a 3 meses, las emociones de los padres y del bebé están tan estrechamente entrelazadas que resulta prácticamente imposible estar seguros de qué emoción pertenece a quién: cada uno de ellos se ve afectado por el otro de una forma muy intensa.
Al terminar esta etapa del desarrollo del bebe de 0 a 3 meses han aprendido mucho acerca de sus propios sentimientos y están desarrollando la capacidad de advertir que aquellos que les rodean también los tienen. Durante todo este tiempo se han visto profundamente afectados por los estados de ánimo de sus padres sin «saber» conscientemente que éstos tenían estados de ánimo.
Ahora que han desarrollado un sentido de sí mismos como personas, están empezando, muy lentamente, a observar, aprender y pensar acerca de los estados de ánimo y el comportamiento de los demás. Se inicia una etapa de relaciones más complejas, estimulantes y gratificantes.
Los estados de ánimo intensos y extremos de la primera infancia, con todos sus altibajos, continuarán caracterizando, por lo menos, todo el primer año de la vida del bebé. No obstante, la cualidad simplista y extrema de sus percepciones ya se ha visto transformada, y el bebé tiene un sentido de sí mismo más arraigado.
Durante el desarrollo del bebe de 6 meses este va adquiriendo una mayor capacidad para integrar sus pensamientos y sentimientos, lo cual le proporciona una visión de sí mismo y de los demás más coherente y sutil. Al principio, el bebé parece percibir todos los sentimientos buenos y malos como si procedieran de una fuerza desconocida del exterior: por su expresión, cuando está hambriento, cansado, se siente solo o le duele algo, parece como si le estuvieran haciendo cosas malas.
Los bebés de pocas semanas pueden mirarnos a veces con pavor, como si realmente sintieran que están siendo atacados, ya sea por las punzadas producidas por los cólicos, por un sentimiento de pánico o por un hambre repentina.
Pero a medida que el bebé se enfrenta a la tarea de conocerse mejor a sí mismo, va tomando conciencia de que no todos los sentimientos buenos o malos proceden del mundo exterior, de que él también tiene sentimientos buenos y malos dentro de sí. Puede sentir agresividad y rabia, así como amor y afecto.
Al sentir que tiene más control, que es menos pasivo y más independiente. irá enfrentándose a sus propios límites, a sus impulsos desagradables o destructivos y a su condición humana básica, y gradualmente se irá incorporando al resto de la humanidad.
Al tiempo que suceden tantas cosas en su mundo emocional, el bebé también hace progresos espectaculares en lo que se refiere a su crecimiento físico e intelectual y empieza a experimentar y a explorar con una curiosidad sin limites.
En algún momento, alrededor de los 6 o 7 meses, es probable que. por primera vez. logre sentarse sin ayuda. Este es un paso importante que le lleva hacia una fase más vertical y sociable de su vida. Su fascinación por el mundo que le rodea aumenta de forma espectacular.
Durante el desarrollo del bebe de 6 meses a muchos les encanta tener una caja de juguetes delante de ellos, un «cofre del tesoro» del que poder sacar cosas que les interesen. Empiezan a probar qué sensación producen los objetos al presionarlos contra los dientes o las encías, colocan una cosa junto a otra, o dentro de otra, o alrededor de otra, comprueban si pueden hacer encajar objetos o intentan hacerlos chocar: de este modo averiguan cómo pueden conseguir que ocurran cosas.
El juego es absolutamente esencial para el desarrollo de un bebe de 6 meses. Del mismo modo que coge determinados objetos, los coloca juntos, uno dentro de otro o los hace chocar para ver qué ocurre, el bebé también emplea el juego para abrirse camino entre diferentes sentimientos, relaciones e interacciones y para ir descubriendo qué hace que ocurran cosas, qué produce qué respuesta y qué se siente cuando las personas se comportan de determinadas maneras.
La vida asusta y desconcierta menos cuando uno puede digerirla poquito a poquito, a su propio ritmo, y de maneras que tienen sentido para uno mismo. El ejemplo clásico es el juego del «Cucú» que permite que el niño experimente con el terreno emocional de las separaciones y los reencuentros en un marco controlado y fácil de manejar.
Las ausencias y regresos de otras personas, los ruidos fuertes o los gritos repentinos, la cara de un niño que aparece de golpe y desaparece, el gato de la familia que salta, un beso cariñoso inesperado: todas esas cosas constituyen una serie de experiencias que han sido confusas y que han estado friera de su control. Gradualmente van a ir entrando dentro de su campo de investigación, una vez las haya estudiado detenidamente y haya reflexionado sobre ellas como un pequeño científico, tal como hace con sus juguetes.