Vaya por delante que casarse es una decisión súper personal y, por supuesto, muy importante, por lo que nadie mejor que tú sabe si lo debes hacer o no. Dicho esto, la verdad es que el matrimonio tiene muchos beneficios. Unos son más románticos, otros más prácticos, pero todos de peso.
Para la mayoría de personas que deciden hacerlo, dar el sí quiero significa avanzar un paso en la relación. Un paso de gigante, diríamos. A veces se habla de que es solamente firmar un papel pero lo que simboliza esa firma va mucho más allá.
Ventajas de dar el sí quiero
Como ya hemos dicho, cada una tendrá sus propios motivos por los que pasar por el altar (o el juzgado) pero aquí tienes los principales factores que ayudan a decidirse a la mayoría de gente.
- Reafirmar la relación. Aunque dar el sí quiero supone empezar una nueva vida, el matrimonio no crea nada nuevo sino que sirve para reafirmar lo que ya había. El intercambio de anillos simboliza una vida compartida y demuestra el compromiso que existe entre dos personas. Es cierto que no decir “te quiero” no significa que no queramos a una persona pero siempre es mejor decirlo.
- La celebración. Casarse es celebrar el amor. Antes, durante y después. Organizar una boda puede ser muy estresante pero hay que pensar que es una experiencia que te va a dejar momentos inolvidables, para toda la vida. Lo que está claro es que esos recuerdos sí que van a acompañarte hasta que la muerte os separe.
Todo es especial desde la pedida de mano. Habrá a quien le cueste más declararse (te damos algunos consejos por si quieres hacerlo tú) o no le dé importancia pero otros serán capaces de irse hasta el corazón de un volcán para que el momento sea único. Decidir dar el sí quiero para algunos es como un ensayo de boda, algo todavía más increíble que la propia ceremonia. Deja volar tu imaginación.
La ceremonia, sea por la iglesia o por lo civil, te puede poner en muchas situaciones complicadas. Relájate y piensa en que dar el sí quiero es una experiencia positiva que vas a compartir con quienes te quieren.
La fiesta no acaba con la pedida o el día de la boda. La fecha va a quedar marcada en el calendario y a convertirse en la excusa perfecta para recordarte por qué es bueno dar el sí quiero. Algunos lo celebran con una nueva boda, otros con un pequeño regalo o simplemente con la complicidad de saber que ese día fue especial por muchos motivos.
- El viaje. Por supuesto que no hace falta casarse para viajar pero la luna de miel mezcla la parte más romántica y la más práctica de las ventajas dar el sí quiero. Descubrir y compartir experiencias con tu pareja es maravilloso. Puede generar algún conflicto pero te ayudará a ver aspectos distintos de esa persona y saber cómo lidiar con ellos. Al mismo tiempo hoy en día para muchos es difícil que les den los días para poder hacer un viaje tan largo. Si te casas es distinto puesto que legalmente te corresponden días en caso de matrimonio.
- Ventajas fiscales. Hay que ser realistas: el matrimonio es lo más práctico. No solamente compartes gastos como harías si simplemente convives con tu pareja, al dar el sí quiero cuentas con varias ventajas fiscales. Mucha gente decide casarse cuando tienen o van a tener hijos; en ese aspecto sería lo mismo que hacerse pareja de hecho, pero en cuanto a los beneficios fiscales es mejor dar el sí quiero.