Los psicofarmacos nos ayudan a sobrellevar las dificultades del día a día pero también tienen sus riesgos. Para que no surjan problemas y evitar la dependencia a los psicofarmacos es conveniente que un especialista supervise su uso en todo momento.
Cuatro de cada diez españoles han recurrido, en algún momento, a este tipo de medicamentos, sobre todo para tratar problemas como a ansiedad, el insomnio y la depresión.
Cómo evitar la dependencia a los psicofarmacos
Cómo evitar la dependencia a los psicofarmacos
Los psicofármacos nos hacen más llevaderas las dificultades de la vida cotidiana (rupturas de parejas, paro, angustia…) pero nunca debemos olvidar que una mala utilización de los mismos pueden causar numerosos problemas, algunos de ellos graves. La clave está en evitar la automedicación ceñirse a la dosis prescrita por el especialista y utilizarlos únicamente cuando resulten necesarios.
Psicofarmacos que son
Los psicofármacos son medicamentos que se utilizan para paliar el malestar emocional, desde la ansiedad y la depresión a trastornos como la psicosis o la esquizofrenia. Contienen unas sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso central y que modifican el estado de ánimo y la conciencia de forma temporal. No todos los psicofármacos son iguales, cada uno de ellos tiene su función Para un buen uso, es necesario, en primer lugar, realizar un buen diagnóstico y, en segundo, pautarse de forma correcta.
Psicofarmacos Ansiolíticos
Los psicofarmacos ansiolíticos se indican en los casos de ansiedad, obsesiones, angustia y fobias, entre otros trastornos. Su objetivo principal es disminuir el estado de alerta, aunque también actúan como sedantes y relajantes musculares. Bajo su efecto,resulta más fácil manejar los síntomas, ya que cuando el nivel de ansiedad es muy elevado, corremos el riesgo de bloquearnos y no saber cómo actuar.
Precauciones. Deben tomarse en dosis mínimas y en períodos cortos de tiempo. A ser posible, se recomienda que el tratamiento no supere las ocho semanas.
Efectos secundarios. Hay distintos tipos de ansiolíticos y cada uno de ellos tiene efectos secundarios diferentes. Los más habituales, sin embargo, son problemas de memoria, somnolencia diurna, disminución del deseo sexual, y aumento de peso. Pero el riego más importante es su capacidad para generar dependencia, ya que, si el tratamiento es demasiado largo, cada vez se necesita una dosis mayor del fármaco para mantener sus efectos. En algunos casos (sobre el 37%) la ansiedad reaparece cuando se deja de tomarlos y lo hace con mayor intensidad.
Psicofarmacos Antidepresivos
Los psicofarmacos antidepresivos sirven para estimular los neurotransmisores cerebrales encargados del estado de ánimo, aumentando la energía y la sensación de bienestar. Además de tratar la depresión mayor, también se utilizan para combatir otros problemas, como el trastorno obsesivo compulsivo o la fobia social.
Precauciones. A diferencia de los ansiolíticos, los antidepresivos necesitan tiempo para que hagan efecto (se requiere un mínimo de seis semanas para empezar a notar mejoría). Por regla general ,los tratamientos suelen durar entre 6 y 9 meses, aunque se pueden prolongar durante más tiempo si es necesario. Es importante no suspender su toma antes de tiempo, ya que puede causar problemas como malestar general, mareos, etc. También hay que tener en cuenta que las interacciones de estos fármacos con el alcohol o con otros fármacos pueden resultar peligrosas.
Efectos secundarios. Los más frecuentes son estreñimiento, somnolencia diurna, diarrea, náuseas, mareo, dolor de cabeza, problemas sexuales, insomnio, sensación de tener la boca seca y aumento de peso.
Psicofarmacos Hipnóticos y sedantes
Los psicofarmacos hipnóticos y sedantes los utilizan el 5% de los españoles, mayoritariamente para combatir problemas de sueño,a aunque también pueden tener otros usos (como anestesia en pequeñas operaciones o pruebas diagnósticas, etc.) Normalmente, actúan de forma casi inmediata, proporcionando un intenso efecto relajante que propicia el sueño.
Precauciones. Los hipnóticos sólo deben ser recetados por un médico. Al principio, se debe empezar con la dosis más baja posible. Una vez solucionado el problema, se aconseja dejarlos de toda de forma gradual para reducir el riesgo de sufrir abstinencia o insomnio crónico. Como recomendación general, no es aconsejable tomar estos fármacos más de tres días por semana.
Efectos secundarios. La automedicación puede provocar dependencia y efectos secundarios (somnolencia diurna, falta de concentración de atención, etc.) que aumentan el riesgo de sufrir accidentes de tráfico y laborales. Si se toman con alcohol, los efectos negativos son todavía mayores.
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